Poco a poco llega el verano y las calles de Granada y de otras poblaciones españolas
se quedarán desiertas mientras muchos conductores ponen rumbo a la playa. Cuando
esto ocurre, lo habitual es llevar el coche cargado hasta arriba con las maletas,
las sombrillas, las sillas de playa y otros elementos de lo más variopinto. Elementos
que a fin de cuentas se traducen en peso que hay que saber distribuir para poder
circular de manera segura.
Lo primero que debemos tener en cuenta es cuál es la masa máxima que podemos transportar
en nuestro vehículo, dato que encontraremos en la ficha técnica. Si un agente de
la autoridad sospecha que este peso se ha rebasado (lo cual se suele notar en los
amortiguadores y en la altura del vehículo con respecto al suelo) puede multarnos
e inmovilizar el coche.
Dicho esto, debemos intentar que el peso de la
carga se reparta de manera homogénea para lo cual podemos utilizar un arcón para
el techo si lo consideramos necesario. En caso de que sea suficiente con el maletero
debemos asegurarnos de que la carga va bien colocada y de que en caso de frenazo
ningún elemento podrá escaparse y golpear a los pasajeros.
Una vez distribuida
y asegurada la carga es bueno adaptar la presión de nuestros neumáticos a las nuevas
circunstancias. Casi todos los fabricantes nos indican una presión específica para
circular con el coche cargado hasta arriba. Si no ajustamos la presión de nuestros
neumáticos a nuestro nivel de carga no sólo aceleraremos su desgaste sino que en
el peor de los casos, si el neumático está muy deteriorado, podremos sufrir un reventón
durante el viaje.
Planificar nuestra ruta también puede ayudarnos a viajar
de manera más cómoda, segura y económica. Evitar puertos de montaña, carreteras
secundarias y en general trayectos donde tengamos que cambiar de ritmo de manera
continua no sólo nos hará el viaje más cómodo. También evitará que se dispare el
consumo.
Por último también tendremos que adaptar nuestra conducción a
nuestras nuevas circunstancias. Un vehículo totalmente cargado tarda más en frenar
por lo que es preciso adelantarse a las circunstancias del tráfico para poder detener
el vehículo de manera suave y segura. Siempre es preferible pasarse de precavido
y sufrir un accidente. En las cuestas la recomendación de usar el freno motor se
hace más imperativa que nunca ya que detener un coche cargado que baja por una pendiente
puede ser complicado, utilizar el freno motor nos ayudará evitar trabajo a nuestros
frenos y discos.
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